La
entidad tripera eligió a once jugadores de Victoria FC, con la intención de que
compitan oficialmente en la Liga Metropolitana
El equipo de fútbol de la
clase 2001 de Victoria FC, dirigida por Lucas Zozi, es un caso especial, donde
el conjunto está conformado por once jugadores que fueron seleccionados por
Gimnasia y Esgrima de La Plata ,
con el fin de competir oficialmente en la Liga Metropolitana.
Es la primera vez en la historia de Victoria que ocurre una convocatoria de tal
magnitud, realizada por Rubén Gelves, coordinador del fútbol infantil de GELP.
En la institución barrial, la mayoría de los entrenadores fueron jugadores que defendieron los colores de la entidad. Muchos de sus hijos forman parte de la segunda generación del club, como una formación tradicional familiar. A su vez, rige como patrón cultural, que los niños no sean dirigidos por sus progenitores.
En esta línea, Lucas Zosi, expresó que “durante el desarrollo de los torneos y en el caso de que los partidos de ambos clubes se realicen en simultáneo, la prioridad de contar con los jugadores la tiene Victoria. Además, hay otro factor importante y es que cinco chicos del plantel son hijos de ex jugadores, entrenadores y socios fundadores, donde se mantiene un fuerte sentido de identidad y de pertenencia”.
La presencia de Zozi como entrenador no pasa por alto, puesto que comentó que fue jugador de la categoría 1982, donde remarcó un claro ejemplo de identidad en relación a una dimensión histórica que se define desde diferentes perspectivas, como la individual y la colectiva.
El técnico admitió que “la identidad se define como la historia de vida, que provee de coherencia y orientación intencional a la vida. Es la representación que tienen las personas de sus círculos de pertenencia. Mi historia de vida siempre estuvo ligada a Victoria, incluso luego de abandonar la práctica deportiva. Soy un agradecido del club porque es mi fuente de trabajo y admiro lo que hago”.
Por último es importante la reflexión que dejó Zozi, sobre las diferencias entre un club de barrio y uno profesional. “El primero persiguió la formación de buenas personas, que valoren los recursos que se tienen y reconozcan el esfuerzo a pulmón que se hace diariamente. El segundo buscó generar jugadores profesionales, goleadores, defensores, arqueros que estén por arriba de los valores humanos que alcanza una persona.”
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